EL MÉTODO AUSTRALIANO

Da igual lo que hagas en la vida, para lograr objetivos es siempre buena idea tener un plan. Mientras países como China intentan mejorar su fútbol de Élite trayendo jugadores y entrenadores sudamericanos y europeos a su liga, Australia ha elegido el camino opuesto. Su objetivo: desarrollar su fútbol mejorando a sus entrenadores y jugadores empezando desde abajo.

En 2009 la Federación de Futbol Australiana publicó el “NationalCurriculum”, un manual donde se detallaba el plan de Australia para liderar el fútbol asiático e intentar competir contra las grandes potencias.

Un Modelo de Juego a nivel nacional.

Una de las cosas que más llama la atención en La Masía es ver como desde benjamines hasta juveniles, todas las categorías del F.C Barcelona practican un fútbol similar al del primer equipo. Pues bien, la Federación de Fútbol Australiana decidió que si tenían claro de qué forma querían jugar a nivel nacional, necesitaban cierto perfil de jugadores. Decidieron entonces que todos los equipos de fútbol base en el país compartirían el mismo modelo de juego con el objetivo de desarrollar este tipo de jugadores. La complejidad de este va incrementándose dependiendo de la edad de los jugadores y está basado en el “método Holandés o Barça”. Se intenta sacar la pelota desde atrás siempre, tratando de dominar al contrario jugando en su campo, creándole el mayor número posible de oportunidades mediante rápidas combinaciones y el uso de jugadores desequilibrantes. Sin balón el objetivo es recuperar el esférico lo antes posible aplicando presión sobre el jugador que posee el balón y los compañeros que lo rodean y realizando transiciones rápidas que no dejen ordenarse al rival.

Fases del proyecto de Australia:

SAP

Los métodos y objetivos en los entrenamientos cambian dependiendo de las edades de los jugadores. Cabe destacar la fase conocida como SAP, Skill Acquisition Program (Programa de Adquisición de Habilidades) periodo que engloba a las categorías Benjamín y Alevín. El objetivo de esta fase es desarrollar en los jugadores las habilidades básicas que les permitirán más adelante adaptarse a las necesidades del juego. Se hace un mayor énfasis en el desarrollo individual del jugador que en el desarrollo colectivo del equipo. Para ello los australianos crearon cuatro categorías donde se engloban todas las acciones que un futbolista realiza en un partido con el balón:

1- First Touch: Refiriéndose a la acción de controlar el balón.
2- Striking the ball: El golpeo del balón. Incluye pase, tiro, centro y cabezazo.
3- Running with the ball: Lo que nosotros llamamos conducir el balón.
4- 1v1: Uno contra uno tanto desde un aspecto defensivo como ofensivo.

A estas cuatro habilidades se le suma el movimiento del jugador sin balón y la comunicación entre compañeros.
Por su puesto todas estas habilidades están conectadas. Si la finalidad de la sesión es por ejemplo el control del balón, las tareas realizadas en el entrenamiento contendrán el resto de aspectos del juego. Sin embargo, el foco de atención del entrenador se centrará en esa habilidad concreta, manteniendo el entrenamiento específico y con unos objetivos concretos.

Acercamiento Holístico y Específico.

El entrenamiento tiene que ser específico y debe tener unos objetivos concretos. Siguiendo con el mismo ejemplo, si el objetivo de la sesión es mejorar la habilidad de mis jugadores controlando el balón, dentro de ella habrá ciertos aspectos específicos como podrían ser el control orientado y la perfilación del jugador antes de recibir. Por lo tanto las intervenciones del entrenador serán para cubrir/corregir estos aspectos.
Por otro lado, de nada sirve descontextualizar esta habilidad concreta para entrenarla por separado. Es decir, todos los ejercicios deben estar contextualizados en situaciones que se asemejen lo máximo posible a un partido de fútbol, donde los jugadores tengan oportunidades de practicar la habilidad que se está entrenando en una situación similar a la que se van a encontrar en un partido real, fomentando un clima donde haya una toma de decisiones continuas por parte de los jugadores.

Coaching Proccess

Los australianos intentan formar a sus entrenadores enseñándoles a enseñar. Decir a tus jugadores qué es lo que tienen que hacer no es una buena solución a largo plazo. El objetivo es darles las herramientas necesarias para que puedan resolver problemas por si solos en los partidos. En sus intervenciones, el entrenador debe guiar al jugador mediante preguntas que le lleven a identificar qué está haciendo mal y cómo podría mejorarlo.

Silencio en la grada

No es fácil para un niño de ocho años decidir qué va a hacer con la pelota cuando su padre le grita corre, su entrenador le grita chuta y cuatro compañeros le gritan pasa.
Por ello en Australia se fomenta el silencio en los campos. Y cuando digo silencio es silencio. Ni “pásala”, ni “chuta”, ni “fuera”, ni protestas al árbitro (el respeto al árbitro por parte de la público es casi absoluto). Simplemente aplausos tras determinadas acciones y por supuesto celebraciones tras los goles.
Esto se hace para fomentar la libre toma de decisiones por parte de los niños, por ello se intenta que los entrenadores también intervengan lo mínimo posible dejando a los jugadores decidir por sí solos.

No clasificaciones hasta los Under 12 ( Infantiles)

Las clasificaciones no son públicas y no hay un campeón al final de temporada. Las federaciones correspondientes guardan un registro de los resultados y cada cinco partidos reestructuran las ligas. Por lo que si un equipo está ganando de manera holgada se le subirá de categoría, del mismo modo que si el equipo recibe goleadas cada fin de semana, se le acomodará en otra liga con equipos más asequibles. Esta medida se instauró para evitar que padres y entrenadores se centraran en ganar el campeonato a toda costa y se preocuparan por lo realmente importante: EL DESARROLLO DEL JUGADOR.

Australia tiene todavía un largo recorrido por delante, pero queda claro que está asentando unos cimientos que con paciencia y dedicación darán sus frutos.